Frecuentemente se confunde Ego con Autoestima, y realmente están en polos opuestos.
Mientras que una autoestima saludable me permite reconocerme como lo que soy, con lo que tengo a favor, sin menospreciar esas cualidades en los demás, el Ego me hace verme sólo mejor, o sólo peor de, es decir, por encima, o debajo de los demás, para protegerme de tomar decisiones para cambiar.
Si respondes “yo soy así”, cada vez que una persona de tu círculo, te anima a mejorar, estás respondiendo desde tu ego, y aunque es mejor vivir prescindiendo de las valoraciones ajenas, al decidir que ya eres de una manera y es imposible cambiar, no te enfrentarás a los retos que el cambio puede traer aparejado, aún cuando la promesa de una vida mejor, de ser una persona más feliz, sean tan tentadoras.
Diciendo que eres de una manera, y que no puedes cambiar, eliges quedarte en una zona de comodidad, en tanto esa zona de comodidad te exige sólo ser y hacer lo mismo todas las veces.
En cambio, cuando asumes que se puede cambiar, que se puede evolucionar, te exiges salir de esa trampa de comodidad, y que asumas retos, que tomes decisiones, que hagas un Contrato contigo mismo, también aprender, equivocarte, y si te caes, volver a levantarte.
