"El cómo te sientes, te sugiere cuán cerca estás de obtener lo que deseas"

"El cómo te sientes, te sugiere cuán cerca estás de obtener lo que deseas"

martes, 19 de abril de 2011

"Retribuciones" de las Creencias Negativas.

"Retribuciones" que nos mantienen presos de las Creencias Negativas.

Si creo que estando excedida de peso, nadie me va a querer y que para qué modificar eso...
Si creo que siempre he sido así,  y no hago nada al respecto  para cambiar esa situación...
Si con mi manera de verme, logro que, supuestamente, no me miren, que no me quieran...
Si tengo una actitud de permanecer en una penosa estanqueidad, que tiene consigo, la "retribución" implícita de:
- No modificar mi organización o planificación diaria para hacer actividad física,
- Me preservo también de verme más sensual, (y no asumir mi propio erotismo),
- Me preservo de estar más atractiva porque así podría conocer a alguien y tendría que  afrontar el hecho de que si me gustara alguien... (siguiendo la misma línea de pensamiento desvalorizante), tendría miedo de no agradarle.
- Si creo que hay algo malo en mí y que por ello no tengo suerte con los hombres, para qué hacer citas con ellos, para qué asistir a lugares donde puedo conocerlos, para qué ser sociable con ellos... mi retribución es no tener que afrontar que a lo mejor es cierto que hay algo que los repele, pero decididamente no es mala suerte, sino que le puedo estar trasmitiendo que no estoy cómoda con ellos, no por ellos, sino por lo que siento hacia mí.
- Descubrir lo que siento hacia mí puede ser doloroso de afrontar, así que “gano” con lo que evito.
Seguramente que, haciendo cosas, cambiando la percepción, moviéndose, intentando nuevos pensamientos es cuando realmente se gana, se gana en conocimientos, en experiencias, en alegrías, en felicidad, en sabiduría, en lucidez, en información, en expansión de la mente, etc., lo que sucede es que muchas veces jugamos el juego conocido, sabiendo que es improductivo, pero lo seguimos jugando porque es en ese juego donde nos sentimos más cómodos... o a salvo.
Una vez que lo superas, te cuentan esta historia, y te sientes tentada a preguntar: ¿A salvo de qué?! Realmente el objeto del miedo,  mete mucho menos miedo cuando le quitamos el poder, y lo enfrentamos.