Si piensas que lo que tienes es:
Tu talento, don: compártelo y agradécelo.
Tu derecho vital: es también una obligación de buen uso de ese derecho. Agradécelo.
Un regalo: aprende también a dar y agradécelo.
Providencia Divina: comparte y trasmite esa esencia y providencia. También agradécelo.
Siempre, siempre, siempre... Agradece.
Imita al perrito que siempre que le das comida, sonríe con su cola y agradece.
Fíjate que no por estar acostumbrado a que seas su Providencia, deja de agradecerte.